domingo, 15 de abril de 2007

1:34

un minuto treinta y cuatro segundos. ese es más o menos el tiempo estimado de una llamada rápida. - ¿qué tal?. - estoy en casa. - ¿quedamos? yo estoy por La Latina. - vale, iré a buscarte... por donde siempre. - te espero (donde siempre). hace cosa de un mes y treinta y cuatro días que no hago planes de ningún tipo. ni a largo ni a corto plazo. ahora la cosa funciona así: llamada o mensaje y plan. - ¿hola?. - no puedo hablar, estoy en la ópera, en París. - vale. te llamaba para eso mismo. pero en Madrid. - vuelvo el martes. te llamo. - un beso.
aunque la cosa no siempre funciona.

No hay comentarios: